San Francisco con Ana

Jueves 19 de Julio de 2007
Había quedado con Ana en la estación de Palo Alto. Cogía el tren de las 11:11, de manera que allí nos vimos.

Con Anita
Sólo hacia unas 2 semanas que no nos habíamos visto y antes de eso unos cuantos meses, así que una acalorado abrazo y una buena charreta nos entretuvo todo el viaje de ida, el cual se nos hizo corto a pesar de ser una hora larga de reloj. Y es que la buena compañía hace mucho.
Llegados al final de trayecto... SAN FRANCISCO... nos dejaba en el Caltrain Depot, de ahí cogemos la Fourth St y en 10 minutos, sin saltarnos ningun semáforo en rojo (esa mala costumbre española) llegamos a Market St.Una vez en ella vimos un par de tiendas, muy bonitas y nos dirigimos al famoso tranvía de San Francisco, para poder llegar a los muelles.

TRANVÍA
Después de una larga cola que rodeaba el lugar dónde dan la vuelta al tranvía para cambiarles el sentido los mismos conductores a mano, (Powell Street) por fin nos montamos, en la parte exterior. Íbamos colgadas, intentando fotografiar todo lo que veíamos, un poco difícil, pero algo salió.
Tranvia
El camino que recorre el tranvía es por la calle Powell pasando por Union Square (sale en muchas pelis), pasamos por una parte del barrio chino y después de dar un poco de vueltas, subidas y bajadas, coge la Hyde St que desde las alturas de estas se ve perfectamente el mar, el Golden Gate Bridge, Alcatraz y la otra parte de la Bahía. A la derecha dejamos Lombard Street, que es la calle con más curvas del mundo, tiene una inclinación de 40º.
Una vez terminado el trayecto paseamos un poco hacia el GOLDEN GATE BRIDGE, con una vista preciosa de él (fallaba el sol, como siempre a estas horas del mediodía para realizar las fotografías), me acerque al océano de la bahía para tocar el agua (con la mano) y nos propusimos ir a visitar todos los muelles. Así que hacia Fisherman's Wharf.
FISHERMAN'S WHARF
Ya era la hora de comer y veíamos a todos los turistas comerse unos apetitosos cangrejos y sopas de pescado en unos panes redonditos... Ana me invitó hacerlo otro día con G y yo gustosamente accedí a comer mi primer día comida típicamente americana en el IN N OUT, una hamburguesa con patatas. Entramos, ella se puso a pedir y yo a buscar asiento.. tarea ardua difícil, porque estaba llenisimo, por casi pienso que íbamos a comer de pie, cosa que había gente que hacía o sentadas en un banco, pero no fue así, al final cogí mesa.
La bebida la cogíamos nosotras mismas las veces que quisiéramos, así que probé todo lo que tenían. La coca-cola sabe distinto, como más suave (buaghhhh) y el resto son sprite, té, limonada (de color morado), cerveza y creo que agua.
Una vez terminado el lunch nos fuimos a ver PIER 39, un muelle de lo más turístico. Hacia el fondo, frente al agua, a mano izquierda, reside una colonia de lobos marinos, que no vimos, más que nada porque no supimos buscar, y miles de tiendas donde si que supimos entrar. Todas muy monas, monísimas... pero nosotras mantuvimos nuestros monederos en los bolsos.
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De ahí queríamos ir dando un paseo hacia el Golden Gate, pero resultaba un poco cansado, de manera que intentamos coger después de pasar por el Ghirardelli Square, una antigua fábrica de chocolate, un tranvía, pero todos pasaban de nosotras, iban tan petados, que cogerlos a mitad camino es realmente complicado, nota: no intentar coger nunca el tranvía a mitad camino. De forma que nos arreamos a un taxi y éste con una destreza increíble bajaba y subía las cuestas tan famosas de San Francisco, alenjandonos del mar, de su brisa y de todo el foco turístico.
CIVIC CENTER
Nos dejo en el CIVIC CENTER, para poder ver el City Hall, el Federal Bidg y de ahí, paseando llegamos a Market St de nuevo y la recorrimos entera para llegar al punto dónde se encuentra el centro de compras... ya cansadas un cafecito sentadas en un café típico (no recuerdo el nombre, pero Ana me estuvo dando vueltas hasta dar con él)
Lo mejor de todo es pasear por está increíble ciudad, dónde todo es asombrosamente diferente.

Ya cansadas del día, y también porque era el penúltimo tren, nos encaminamos a la estación del Caltrain para emprender la vuelta a casa. Fuimos igualmente charrando, y al final en la parada me esperaba G. A esas horas no hay autobuses y teníamos que ir andando hasta casa, pare en la parada de California Avenue. Hacía frío, pero tampoco se hizo muy largo, muchas cosas interesantes en un sólo día.
Que agustito tome la ducha, la cena y más la cama, esperando otro día. Aún queda mucho por ver!

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