La maleta de Gaspar

Durante el viaje Valencia-San Francisco, ver Mi llegada a los USA, mi maleta se perdió. Al principio lo consideré algo excepcional ya que al haber perdido la conexión en Frankfurt, mi maleta no tendría porqué haber seguido mi jugada de coger el siguiente vuelo a San Francisco. Pero ahora veo que para esa ruta, SIEMPRE pierden la maleta facturada, sólo hay una hora para el cambio de avión en Frankfurt y se ve que NUNCA les da tiempo a meter tu maleta en la bodega del mismo avión en el que viajas.
Así me vi en California, sin ropa para cambiarme, ni los productos básicos de higiene. Como recordaréis, había rellenado un formulario de reclamación de maleta y si todo iba bien en menos de 2 días la tendría en casa de Andrés, que era la dirección que había puesto. Asimismo la chica que me atendió dijo que se quedaba el ticket de las maletas porque faltaba un dígito que se ve que no se había impreso bien y que llamaría a mi compañía inicial (Spanair) para averiguarlo. Ingenuo de mí, accedí.
A la mañana siguiente, Miércoles, Andrés llama al teléfono de United y el robot que atiende le dice que mi maleta llega en el siguiente vuelo. Confiado me marcho a mi primer día en Stanford, no sin antes darle a Andrés la hoja de reclamación con los datos ya que se encargaría de llamar para cambiar la dirección de entrega de la maleta y que la llevasen a su trabajo, donde pasa todo el día.
Después de comer en Stanford, llamo a Andrés a ver cómo va la cosa. Malas noticias, la maleta está completamente desaparecida, pero no sólo eso, parece que además ni siquiera existe la reclamación que puse. Decido llamar yo al número de teléfono de United, en el que te atiende un robot.
La verdad es que el robot es una pasada, incluso me preguntó mi apellido, le dije algo como "Moura" para que sonase guiri y lo pilló bien ya que inmediatamente dice -su apellido se deletrea... m... o... r... a...-. Una pasada. De todos modos al final siempre tenía que tratar de hablar con un "agent" ya que la máquina no encontraba mi reclamación. Esto no era fácil, cuando conseguías que el ordenador te pasase, el 80% de las veces se cortaba.
Total que 24 horas después de llegar aún no se sabía nada de mi maleta. Al día siguiente seguiría dando caña, de todos modos aún no han pasado 48 horas. Seguro que mañana sabría algo.
Jueves. Vuelta a empezar con las llamadas sin resultado. Maleta perdida y reclamación desaparecida. Al mediodía vuelvo a llamar para hablar con un "agent" y me sugiere que vuelva al aeropuerto a poner una nueva reclamación. Te cagas, primero pierden mi maleta y luego mi reclamación.
Así que cojo el bus Marguerite, luego el Caltrain y por último el BART para llegar al aeropuerto internacional de San Francisco. Voy a los mostradores de "Baggage claim" de United. Expongo la situación, relleno la reclamación de nuevo y pido que me den los productos de higiene personal básicos. Me dan dos packs de United por si la cosa se alarga. Lógicamente, al no mostrarles el ticket de mis maletas que se quedó la otra empleada, ahora tienen que empezar de cero la búsqueda de mi maleta.
BART, CalTrain y VTA me llevan a casa de Andrés de nuevo. 48 horas y sin maleta todavía.
Viernes. Medio resignado a no ver mi maleta nunca más me voy al Wall-Mart a comprarme calzoncillos y calcetines de fortuna. Además compro una camiseta y unos pantalones cortos. Hoy al menos una buena noticia, ya tengo alojamiento en el campus así que esta noche ya no tengo que dormir en el sofá de Andrés. Aunque se dormía de puta madre, joer qué sofá más cómodo. Yo sigo de todos modos chequeando cada 10 minutos la web de United a ver si saben algo de mi maleta. Está siempre N/A ("not available", o no disponible, o sea perdida perdida). 72 horas, que son 3 días, sin maleta.
Sábado. Por la mañana, desde casa, sigo mirando de vez en cuando la web, siempre N/A. A eso de las 14:00 me digo, voy a tratar de llamar a ver si un agente sabe algo más que la web. Llamo pero no consigo hablar con nadie, la llamada se corta indefectiblemente al tratar de hablar con un "agent". Es inútil. Las 14:30, me digo -vamos a echar un vistazo a la web... ¡mi maleta! ¡ya está!... ¿cómo? ¿hora de entrega entre las 12:00 y las 16:00? ¡Y la dirección de entrega es el despacho en el William Gates Building! Mierda-.
Me hago corriendo los 15 minutos desde casa hasta el Gates Building, abro la puerta del despacho y en ese justo instante suena el teléfono. ¡Mi maleta! Un menda me la trae, en breve me vuelve a llamar, que sobre las 16h está aquí. Más contento que unas castañuelas espero. Son las 15:40, vuelve a sonar el teléfono, me dice que está llegando a la Universidad pero que no tiene ni puta idea del sitio, que se lo explique. Increible, no tiene ni GPS ni un triste mapa, y quiere que yo le explique cómo llegar a un sitio en el que llevo 4 días y voy perdidísimo siempre. Total que le digo que espere y busco a alguien del grupo de investigación que le pueda dar señas al mensajero chapuzas. Así consigue al fin llegar y darme mi preciada maleta.
Casi 4 días después, por fin volvía a reunirme con la maleta y con ella recuperaba mis botas de fútbol entre otros. Al día siguiente, Domingo, mi vida volvía a cobrar sentido y ya estaba yo en los campos de fútbol buscando gente para jugar un partidito. Pero bueno, eso ya es otra historia...
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