Mi llegada a los USA


Bueno, hoy toca contaros un poco cómo transcurrió el viaje desde Valencia a la San Francisco Bay Area, como se conoce el triángulo metropolitano que forman más o menos las ciudades de San Francisco, San Jose y Oakland. Mi destino, la Universidad de Stanford, en medio del Silicon Valley.

Con una maleta bastante ligera y el portátil a la espalda, Raki me dejó en el aeropuerto de Valencia sobre las 7 de la mañana del 26 de junio. Al facturar primer problema, no me dan la tarjeta de embarque del tramo Frankfurt-San Francisco, sólo Valencia-Barcelona y Barcelona-Frankfurt. Nada más dispongo de una hora de escala en Frankfurt así que es una putada que por lo visto se hace siempre que vuelas ese trozo con United Airlines. Con puntualidad absoluta llego a Barcelona e intento obtener la tarjeta de embarque del siguiente vuelo. Consigo que me la den, pero escrita a mano y sin asiento asignado.

De todos modos no iba a ser de ninguna ayuda, el vuelo a Frankfurt en Barcelona se retrasa 2 horas. Aunque el avión está esperándonos puntual al lado del finger, desde Frankfurt anuncian que el viento ha retrasado todos los vuelos, por lo tanto no podemos despegar hacia allá hasta que no tengamos una "ventana" libre.

Al final despegamos desde Barcelona un poco antes de lo previsto, nos engañan vilmente con la mentira de que no perderemos las conexiones ya que todos los vuelos en Frankfurt tienen el mismo retraso. Mentira cochina. Llego a las 14:05 a Frankfurt y mi vuelo a San Francisco de las 14:00 ha despegado ya. Me dirijo entonces al mostrador de Lufthansa a que me den una solución.

La solución es, vete a la puerta de embarque de los vuelos de United Airlines (UA) y a ver si consigues que te den asiento en el siguiente avión a San Francisco que sale a las 17:25, en caso contrario vuelve que buscaremos otra solución. Pero claro, la puerta de embarque está ya en la zona internacional por lo que hay que pasar un control de seguridad en el que, como primer requisito, te exigen tener una tarjeta de embarque que yo no tengo ya que voy a pedirla dentro. El guardia parece comprender así que me deja pasar.

Llego al mostrador de United Airlines, expongo mi situación y el pavo que me atiende me dice que espere a que lo hable con el "supervisor" (léase en inglés, "supervaisor"). OK, espero a un lado de la cola de los pasajeros que van llegando para solicitar su tarjeta de embarque en dicho vuelo. Se comprueba que los de UA no dan tarjetas de embarque desde origen, hay que llegar a Frankfurt para que te la den.

Pasa el rato, el capullo que me atendió se va al váter como 4 veces, desaparece un rato, vuelve al mostrador, vuelve a desaparecer. En una lo pillo y le digo que si tengo que seguir esperando aquí o debería hacer cola, a esperar me manda. La gente sigue llegando a por su tarjeta de embarque y la hora de despegue se acerca. Dos agentes de UA están constantemente controlando la cola, exigiendo billetes antes de que lleguen al mostrador. Lógicamente me preguntan que qué hago allí, les cuento el problema, que estoy esperando que el capullo me conteste. OK, pues a seguir esperando.

Faltan 5 minutos para que cierren el embarque y yo sigo esperando al subnormal ése cuando veo que llega un grupo de 30 estudiantes yankis en la misma situación que yo, y les dicen que se pongan en la cola de las tarjetas de embarque. Lo que me faltaba. Me voy a buscar al hijodeputa y le digo -oye, han llegado 30 estudiantes en la misma situación que yo, si les vais a dar tarjeta de embarque, que sepas que yo llevo aquí esperando mucho más tiempo y que exijo preferencia-. Entonces me suelta el capullo -¿pero no has hablado aún con el "supervaisor"?-. Su puta madre!!!, -¿dónde está el "supervaisor"?- le pregunto. Me voy al "supervisor" que me indica, pero no me entero bien y me dirijo a uno que no es, la situación se vuelve tensa, falta poco para que salga el vuelo y hay al menos 30 almas con las que pelear plaza en el avión. ¿Quién es el puto "supervaisor" aquí?- exclamo. En eso por detrás llega una señora que dice que ella es, le explico la situación y me dice que sin problema, que me ponga aquí (sin hacer la cola) que me dan la tarjeta de embarque en seguida. Joderrrr!!! ¡Al avión!, quiero ver mi asiento y abrazarme a éĺ, no me voy a levantar en las casi 12 horas de vuelo que me esperan, ¡con lo que me ha costado! (Aprovecho para mandar recuerdos de su puta madre al capullo de UA)

El vuelo ya como la seda, me tragué una peli coñona de unos cincuentones yankis que se van a recorrer el país de rollo moteros Harley, se encuentran con la típica banda de macarras malos malones a la que acaban dando una lección, encontrado a la chica el uno, los otros reencontrándose con las esposas, etc... Todo previsible y típico guión americano, sin variación.

Aproveché cuando sobrevolamos Groenlandia para echar unas fotos, son las que acompañana este texto. A ver si os gustan.

Al llegar a San Francisco eran casi las 20h, tenía que haber llegado a las 16h, con tiempo de sobra para coger transporte público hasta Santa Clara. Allí tiene el apartamento mi compañero Andrés. Me quedaría con él los primeros días hasta encontrar alojamiento en el Campus. Andrés estaría esperandome en casa. Con el retraso del avión y la pérdida de maletas ya veremos si no me tocará pagar un taxi, que cuesta un ojo de la cara.

Lo primero que hay que hacer al llegar a los USA es pasar el control de fronteras. Hay que hacer la cola con pasaporte en la boca, también hay que tener listos los dos documentos que debes rellenar en el avión. Esta vez no tuve que rellenar el formulario verde para la exención de visado ya que al venir a realizar investigaciones tuve que sacarme el visado J-1. En su lugar rellené uno de color blanco y el típico de aduanas con las mercancías y todo eso. En el control lo usual en USA, quítese las gafas y mire a la cámara, foto. Ponga su dedo izquierdo sobre el lector de huellas dactilares, ahora el derecho. Luego la mini entrevista, ¿qué ha venido a hacer a los Estados Unidos? ¿trae dinero en efectivo? etc.

Pasado el trámite, tal y como era de esperar, la maleta que facturé en Valencia no ha venido conmigo en la bodega del avión que tomé. Desaparecida. A rellenar la pertinente reclamación. Allí me indican que al resguardo de mi maleta le falta un dígito, la chica que me atiende se lo queda para llamar a la primera compañía, Spanair, y averiguarlo. Error por mi parte.

Así que me encuentro sin nada más que mi portátil y la cámara de fotos en el aeropuerto internacional de San Francisco. Por supuesto voy en pantalón corto y sólo tengo una sudadera para ponerme encima de la camiseta. Ale, a coger la especie de metro para salir del aeropuerto. Me deja en la parada del Caltrain de Millbrae. Toca esperar ya que haciendo la reclamación he perdido mucho tiempo y he perdido el de las 20:49, el siguiente pasa a las 22:24. Te cagas. Encima hace un frío que pela, sobre 15ºC y yo vengo de que en Valencia no baje de 24ºC en casa por las noches, de verano total.

Llega el tren, tengo que llegar a Mountain View para coger el tranvía (VTA), así que toca confiar que aún no sea tarde para pillar uno. Nada más llegar pregunto a un menda sobre si hay tranvías. Me dice que sí pero surge un problema, la máquina para los tickets no acepta tarjeta de crédito ni billetes mayores de $20, yo sólo llevo de $100 y $50. Le pregunto al chico si tiene cambio, dice que no, le pregunto que cuánto tiene, que necesito un ticket como sea y que no me importa que me dé sólo $40. Así lo hacemos y con la movida pues comenzamos a hablar. Resulta que está haciendo un internship en Google. Le cuento que voy a Stanford y nos cambiamos los correos electrónicos para quedar, él me invitará a ver las instalaciones de Google y yo el Campus de Stanford. Mola.

Así llego a la parada Lick Mill, en Santa Clara. Desde allí toca andar hasta casa de Andrés. Pregunto a una pareja por la calle, la chica se pega un susto de muerte, me excuso y me lo explican. Joer, sí que va nerviosa la gente aquí. A la una de la madrugada llego al complejo de apartamentos de Andrés. No hay un alma por la calle y no veo claro cómo entrar ya que es una urbanización privada. Descubro unos timbres raros, tienes que buscar el apartamento y te indica un código que teclear, para llamar por teléfono (sí, los telefonillos aquí son así de raros, el que tengo yo en el apartamento es igual, si me tocas a la puerta me suena el teléfono normal, y te abro apretando el 9, vivir para ver). Dice que la línea está ocupada. Al final veo una forma de entrar por el parking.

Misión cumplida, la 1:15am y ya estoy en casa de Andrés. El pobre ha estado esperándome, bajando cada 30 minutos a ver si me veía a la entrada del complejo. Me prepara una cena cojonuda y al sofá a dormir. Por fin estaba en California, aunque sólo con lo puesto, sin maleta alguna, ni cepillo de dientes, ni nada. Eso sí, el sofá de la casa de Andrés es cojonudo. Dormí genial allí.

Bueno, corto aquí que este post me ha quedado larguísimo. Ése fue el primer día de mi estancia estadounidense. Ya seguiré contando la odisea de las maletas.


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