Las Ovejas Mean de 15 en 15

Esperaba a tener tiempo y algo que contar, pero si hago eso, ya he vuelto a España y no habré ni empezado mi primer blog.

Resulta emocionante y complicado empezar, primero porque hay millones de cosas que decir y segundo porque se agolpan en mi cabeza y no hay manera de dejarlas salir.
Intentaré de una manera ordenada, lógica y tranquila, sin aburrir mucho, comenzar y ya veremos que nos encontraremos en medio de este viaje, no me refiero al de California sino al de escribir un blog.

Terminado el cole, me preparé para presentarme a las oposiciones para SEA y seguidamente me vine aquí, donde Gaspar ya estaba esperándome, podréis leerlo en otra entrada. Estaba tan cansada y con tantas ganas de llegar que a pesar de ser tan largo el viaje y cansado, no me lo pareció tanto.
Gaspar me había escrito unos días antes un e-mail, explicándome con todo detalle cada paso, me lo leí más de veinte mil veces, era tan explicativo, que no había perdida. Pero es que en realidad ir de aeropuerto en aeropuerto es un poco intuitivo, solo tienes que seguir indicaciones y a los otros.... pero yo seguía leyendo el papel (me imprimí el papel, claro).
El tema es que hacia dos trasbordos, y uno era en Frankfurt, cosa que para ello solo tenia un hora, y tenía bastantes probabilidades de perderlo, de forma que tenía que ir súper rápido. A ese poco tiempo añadir que el billete no lo llevaba desde España, porque al cambiar de compañía no me lo podían tramitar.

Como Gaspar ya contó su vuelo, y el mío es muy parecido, lo voy a pasar por alto, solo quedaros con que no perdí ningún vuelo y seguí al dedillo hasta encontrarme con él en el aeropuerto. Tardé en salir porque obviamente mi maleta también se perdió, hice la reclamación oportuna y me dijeron que en dos días estaría. Como ya me lo imaginaba planifique el tema y en la bolsa de mano, es decir en la bolsa del portátil me traje algo de ropa, no mucho, porque mi portátil es pequeño y por consiguiente la bolsa.

Solo me apetecía dormir y dormir, el jet lag es un rollo, son 9 horas de diferencia que los primero días te dejan tonta.. pero poco a poco te acostumbras.
Mi primer día nos fuimos a comprar, en casa no había comida, y es que hasta mi llegada ése era el espíritu...

Nos fuimos al famoso Wall Mart, impresionante, tuvimos que coger el tren, porque no había ninguno cerca.. es un hiper súper grande donde venden de todo. Hay sección textil, sección calzado, sección juguetes, utensilios para el coche, de cocina... hasta ahora todo normal, no? pues también tienen lanas y telas al corte, farmacia a granel, menos lo que tiene que prescribir el médico, pero vamos si quieres dustapalin, solo tienes que ir a la estantería y cogerlo.
Lo que más impacta es que mientras en España nos adentramos en la filosofía de la monodosisis aquí son los tamaños de los productos enormes... si!! es increíble, el ketchup que compramos era el pequeño, y es de 1 Kg, imagínate el siguiente, 2Kg... barbaridades de ketchupppppppppp!!

Esta fue mi primera experiencia de choque con la filosofía de lo mas grande, y yo pensaba que venia curada de eso, porque - chic@! yo soy de Bilbo!

A casa, arreglarla, comer y descansar, yo me caía de sueño, no tenía que dormir pero no podía aguantarme, madre mía, que horrible... como superaré esto si yo en España ya duermo cuando quiero.
Todos me dicen que me tengo que aclimatar al nuevo horario sin dormir cuando quiera... pero así no funciona mi cuerpo, en casa duermo cuando quiero.. por qué aquí no?
Poquito a poco, sueño, cabecita y barriguita se acostumbraron a las américas.
Y aun queda tanto por ver...

Suena el teléfono: Alguien conocido.... mi amiguita Ana!!, esta en San José de vacaciones, se vuelve el sábado y llama para quedar el jueves e ir a ver San Francisco... estupenda idea, dejo a Gaspar en el curro y yo a disfrutar de esta maravillosa ciudad.