Pues ya estoy en suelo chino. El proceso fronterizo ha sido sencillo, muy sencillo, sencillísimo comparado con lo de los USA. Además he aprovechado para cambiar 300 dólares en moneda local, me han dado 2.200RMB.
La maleta llegó sin problemas. Desde lo de la última vez, sufro mucho con el temita, je je.
Ahora estoy esperando a que abran mi check-in, cosa que no ocurrirá hasta las 6 de la tarde. Por tanto me he buscado un sitio en el suelo al lado de un enchufe para poder conectar el portátil. Hay una red inalámbrica pero, como de costumbre en los aeropuertos, es de pago.
(Al cabo del rato...)
Bueno, por fin se han hecho las 6 de la tarde y he podido facturar. Ahora a esperar que salga mi vuelo en la terminal para vuelos domésticos. La sala está abarrotada como se puede ver en la foto.
Las horas de viaje acumuladas están haciendo mella en mí, estoy realmente cansado y deseando llegar al hotel. En el avión a Xi'An nos sirven un minibocadillo asqueroso a modo de cena. Además vamos estrechos a más no poder. A pesar de ser un 737 de línea regular, creo que los asientos son aún más pequeños que los de las típicas compañías de bajo coste. Consigo dormir algunos minutos.
En Xi'An, tras recoger la maleta y salir, supuestos taxistas comienzan a ofrecerme sus servicios. Un tipo me enseña una identificación diciendo que es taxista oficial, que me vaya con él. Le digo que espere ya que quiero antes analizar la situación. El tipo me sigue todo el rato. Le pregunto si habla inglés, parece que un poco - ¿Cuánto cuesta ir a mi hotel? - me dice que lo que diga el taxímetro. Le indico el nombre y la dirección de mi hotel y parece que no tiene ni puta idea acerca de donde está. Me dice que llame al hotel y me ofrece el móvil. ¿Para qué cojones quiero yo llamar al hotel? - le digo. Le pregunto si hace ticket, - sí -, ¿es oficial el ticket? - si -, ¿sabes siquiera dónde está el hotel? - sí -, ¿estás diciendo que sí a todo sin más? - sí -. Cojonudo, el tío este no se entera. Me dice que 150 yuanes y me lleva. Le doy las gracias y le digo que no. Me acerco a un mostrador del aeropuerto que pone "transportation" y donde veo otros occidentales. Pregunto si alguno va a mi conferencia y, efectivamente, hay un tipo de Israel que va para allá con lo que decidimos compartir taxi. En "transportation" nos llevan por 200 yuanes y, tras un buen rato explicándoles que necesito factura para que me pague el gasto la universidad (hasta un dibujo en papel de cómo es una factura les hizo el israelí, je je), me la hicieron.
El taxi era un Buick de lujo, la primera vez que montaba en uno. Allí nos subimos y entramos en la autopista. El conductor no corría nada, de 100Kmh no pasaba. Pero siempre que alcanzaba a otros vehículos les hacía, incomprensiblemente, largas y toques de bocina. Ni idea de para qué. Como si quisiera que se apartaran aun cuando íbamos por el carril de la derecha todo el rato.
Ya en el hotel, el check-in, y de nuevo el limitadísimo inglés que tiene la gente aquí. Al final me dieron la habitación y, tras ducharme, a las 12:15 de la noche (hora local) estaba por fin en la cama. Hecho polvo tras el larguísimo viaje.