Leyendo la nueva era

Primero el iPod barrió con la necesidad de transportar cassettes y CDs para escuchar música en cualquier lado. La era digital acabó con las estanterías llenas de cintas, vinilos o CDs. Lo mismo ha pasado con las películas; adiós al VHS, a los DVDs y demás, ahora va todo al disco duro multimedia de un 1TB. Ocurre lo mismo con los videojuegos -¿quién quiere acumular cartuchos pudiendo tener copias de seguridad de los mismos en una memoria MicroSD?-.

¡Ah, amigos! Pero aún quedaba un pequeño reducto de rebeldes que se negaban a ceder su espacio físico. Además con una tecnología que viene de muchos siglos atrás. El libro.

En cualquier casa que se precie encontramos cientos de volúmenes ocupando estanterías y estanterías. A mí, particularmente, siempre me ha sido imposible conciliar el sueño nocturno sin antes dedicar un mínimo de 20 minutos a la lectura, lo cual me complica cualquier planificación de un viaje ya que muy a menudo existen restricciones sobre el peso a transportar. ¿Quién no lee al menos 2 ó 3 libros simultáneamente?

Bien, ya vamos llegando al desenlace de esta historia. Ayer compré la tecnología definitiva: El libro electrónico basado en tinta digital. En concreto el modelo Cybook de Booken.

Es increíble poder tener una biblioteca de más de 300 libros en la palma de la mano, en un aparato más ligero que un libro y con una calidad de lectura más que aceptable. Para mí es la revolución. Las páginas se dibujan sobre fondo de color crema con gran nitidez, además carece de iluminación de pantalla. Esto de necesitar luz natural para leer hace que la sensación de lectura sea similar a la de un libro, además de que el dispositivo no gasta nada de energía una vez que se ha mostrado la página.

Confiemos que poco a poco vayan bajando el precio y mejoren la tecnología, aunque en mi opinión ya es el momento de empezar a plantearse entrar en la era de los lectores digitales.

Os dejo que tengo mucho que leer.